Continuando un poco con el hilo de la entrada anterior, después de mucho tiempo de tener esto algo abandonado, hoy voy a a retomar mi Blog con un accesorio para el pelo "La Caramba".
La Caramba, también conocida como rascamoños, era una especie de moña formada con cintas en bucles anudadas con lazos. Su forma dependía del vuelo que cogiera la alzada de las diferentes hileras que se iban formando desde su centro; de esta forma si eran planas se asemejaban a una escarapela, colocándose normalmente en la parte delantera del peinado.
Si las lazadas e hileras se ampliaban en tamaño y dibujaban las formas de una extraña flor, se acostumbraba a enganchar en la parte posterior.
Detalle del Grabado -Museo Municipal de Madrid |
El nombre de Caramba se lo dio la tonadillera motrileña María Antonia Vallejo Fernández, a la que en el Coliseo de la Cruz madrileño de 1776, el pueblo le puso por nombre "La Caramba" en honor a una tonadilla que inmortalizó:
Un señorito muy petimetre
Se entró en mi casa cierta mañana
Y así me dijo al primer envite:
“Oiga usted: ¿quiere ser mi pareja?”
Yo le respondí con mi sonete,
Con ni canto, ni baile y soflama:
¡Que chusco es usted, señorito!
Usted quiere… ¡Caramba! ¡Caramba!
¡Que si quieres, quieres, ea!
Vaya, vaya, vaya!
Me volvió a decir muy tierno y fino:
Maria Antonia, no seas tirana
Mira niña, que te amo y te adoro,
Y tendrás las pesetas a manta.
Yo, le respondí con mi sonete,
Con mi canto, mi baile y soflama:
¡Que porfiado es usted, señorito!
Usted quiere…¡Caramba! ¡Caramba!
De ahí su nombre. De la De la noche a la mañana la Caramba fue una copla, una bandera, la novia de la Corte. Con su apodo se bautizaron las modas más extravagantes y originales del Madrid de su época, ya que ella misma se convirtió en paradigma de esas modas populares que a las aristócratas les gustaba incorporar a su tocador. En Madrid se "carambeaba" en los paseos, en los salones y en las calles y se canturreteaban sus canciones y se imitaban sus modales. Llegó a convertir en moda todo lo que hacía o vestía, en un estilo siempre excesivo.
Capricho número 55. Hasta la muerte Goya |
La duquesa de Osuna colocándose una caramba motivaría a Goya a grabar en uno de sus Caprichos la ignorancia que se escondía detrás de todos estos excesos. Goya compartía un cierto rechazo contra la moda convertida en un instrumento ridículo. En un manuscrito de la Biblioteca Nacional Goya aclara sobre este Capricho que: "Las mujeres locas lo serán hasta la muerte". Esta es cierta Duquesa ( la de Osuna) que se llenaba la cabeza de moños y carambas, y por mal que le caigan no le faltaban guitones de los que vienen a atrapar a las criadas, que aseguran S. Excelentísima que está diviiiina"....
En el siglo XIX continuaría su uso, especialmente como un complemento festivo para el pelo, en romerías, ferias,... y ya se colocaba exclusivamente recogida con el moño, pasándose a llamar Moña.
Este accesorio del cabello, como otras tantas cosas, nos han llegado hasta nuestros días y aunque su uso más común para el pelo está en la moda infantil, vemos que se sigue usando en Moda festiva femenina...
Fuentes: "Hª de la Moda en España: El Siglo XVIII"