2 de mayo de 2012

"El Frac en España"


Se empezará a poner de manifiesto un hecho social que sería imparable: el ascenso y creciente fuerza de la burguesía, una clase que había ido adquiriendo un poder económico que no se correspondía con el poder político y social que las viejas monarquías de Europa le asignaban. Hasta la Revolución industrial las diferencias sociales habían estado patentes en el vestido, tanto de los hombres como de las mujeres.

Paulativamente, vamos a asistir a una democratización del vestido y será esta prenda, el frac, un claro ejemplo de ello y la burguesía se convertirá en su nuevo cliente. Al tratarse de una clase trabajadora exige trajes  sencillos de llevar y de mantener, busca, por lo tanto, un traje que fuera práctico, ligero y fácil de vestir, frente al traje que vestía la aristocracia que era predominantemente decorativo, pesado, muy complejo y suntuoso.
La utilización del frac quedó definitivamente establecida a principios del S.XIX, momento en el que se generalizó el sombrero de copa y los grandes corbatines al cuello. Y tras la caída de Napoleón, "el frac y el pantalón" será el traje de todo ciudadano, independientemente  sea su clase social.
El frac es una prenda que ha pervivido hasta nuestros días. En la actualidad se ha quedado solamente en los Trajes de Etiqueta y cuenta con una serie de normas establecidas, de según la hora del día, el tipo de acto y la solemnidad del mismo.

Retrato de Don Pedro Duque de Osuna. Goya

Retrato de Don Francisco de Borja Tellez Giron, 1816

"La Moda Masculina de influencia inglesa"


Antes de la Guerra de la Independencia (1808-1814) los hombres ya seguían los dictados de la moda inglesa,  ya que usaban ropas cómodas y prácticas, más acordes con la vida al aire libre, y menos influenciadas por la Corte que las vestiduras francesas. Muchas de las casacas se fueron sustituyendo por el frac, aunque como pasa en cualquier evolución de una prenda, convivieron durante un tiempo. Al igual que el frac pasó a sustituir a la casaca, la chupa fue sustituida por el chaleco (acortándose a la altura del talle) y el calzón será pronto sustituido por el pantalón.
Junto a la hegemonía francesa, en Europa, hay otra nación en auge: Inglaterra, que en estos momentos está construyendo su gran imperio marítimo y colonial.
Con la Revolución Industrial (1764) se acelera de una forma muy rápido la industria textil algodonera y la siderurgia. La industria algodonera, bajo el estímulo de una fuerte demanda, fue la primera en introducir uno de los principales elementos de esta Revolución: la máquina. Estas máquinas, que permitieron la mecanización de la hilatura y el tejido, fueron algunos de los ejemplos que permitieron la revolución de este sector, siendo espectaculares en poco tiempo...

29 de abril de 2012

"El Chal de Cachemira...el más deseado"

Esta prenda, que formó parte de la vestimenta de la época, se convirtió en un signo de buen gusto y distinción. Cómo ya dije anteriormente, hay multitud de retratos de damas de la época, donde aparecen ataviadas con sus elegantes trajes, cuya única nota de color la ponen estos chales y las joyas que llevaban como complemento a sus trajes.
Retrato de la Emperatriz Josefina, 1808
El "cachemir" se puso de moda en Europa en el siglo XVIII, con los famosos chales que llegaban de la zona de Cachemira, en la India.

El cachemir es una de las fibras de lana naturales más finas y apreciadas del mundo. Se obtiene del pelaje de una raza de cabra (Capra lincus) y la más apreciada es la que vive en las altas cumbres del Himalaya.
Marie-Françoise Rivière,1806
El animal en estado salvaje muda su pelo a principios del verano y es recogido manualmente por los habitantes de las montañas. Las cabras domésticas producen un cachemir de inferior calidad. El pelo, que puede ser de color blanco, marrón, gris o rojizo, se tinta muy fácilmente.

Es una fibra muy valiosa por su tacto, peso, flexibilidad y suavidad, es la más lujosa que existe y también la más cara.
Posteriormente, y a causa de la demanda, los comerciantes franceses propusieron fabricar imitaciones. Los chales fabricados en la zona de Lyon, fueron los más demandados por las francesas, ya que eran de gran calidad y exquisito colorido. 

Desde mediados del siglo XIX, la lana de cachemir se vendía en los almacenes Liberty de Londres, era de excelente calidad por su finura y poco peso, pero resultaba muy cara y se estropeaba con facilidad. Arthur Liberty, propietario de la tienda, encargó a los tejedores ingleses la fabricación de un tejido de idénticas características, con fibras traídas de Cachemira, a la que terminarían bautizando en 1879 con el nombre de "cachemira umritza", que tuvo un gran éxito tanto dentro como fuera de Gran Bretaña. El tejido tenía las mismas características que el hecho en la India, se hacía con tintes neutros y naturales y era más duradero. Las largas fibras que tenían en la superficie lo hacían muy atractivo.

Y voy a terminar con la observación de que el término "cachemir" se utiliza también para designar tejidos de un estampado característico, ya que los chales de cachemir, que venían de la India, lo tenían. 



"El Chal"

Otra de las prendas de abrigo y de las más usadas con este tipo de vestido, era el "chal", que al principio consistía en una tira de tejido estrecha y larga. Los más apreciados fueron los de Cachemira, en tejidos de lana muy fina y con dibujos típicos de palmas y atractivos y variados colores, que llegaron a convertirse en signo de elegancia y riqueza.
RETRATO DE "LA TIRANA", GOYA [1799]

"Juboncito o Spencer"

La finura del tejido de este tipo de vestidos obliga el uso, como prenda de abrigo de los "juboncitos", jubones muy cortos y abiertos por delante. Se denominan "spencer" en el resto de Europa.
El spencer es una chaquetilla corta, de uso masculino y femenino. Es de origen inglés y su nombre se debe a Lord Spencer de quién se dice que, burlándose de los rápidos cambios de la moda, se le ocurrió cortar los faldones de su chaqueta, y al cabo de pocos días todo Londres (hombres y mujeres) llevaban el spencer. Aquí en España también recibió el nombre de juboncito, al ser un estilo de jubón, pero de pequeño tamaño. Se usó como prenda de abrigo, sobre todo cuando se impuso la moda de los vestidos camisa, que al ser de telas muy vaporosas y finas necesitaban prendas de abrigo.

En esta imagen podemos ver dos juboncitos. El de la derecha es en raso de seda en color marfil. La prenda de la izquierda es en piqué de seda marrón y beige, va decorado con una aplicación de cordoncillo entorchado sobre la seda. Las dos prendas son ajustadas al torso, por debajo del pecho y con cuello de tirilla alto.Los detalles estructurales de las dos prendas, como el alto cuello de tirilla y el largo de las mangas, los sitúan en la primera década del siglo XIX.
Esta prenda corta  a  modo de chaquetilla, aparece alrededor de 1795 como prenda de encima de los “vestidos camisa”. Actualmente se conoce cono "Bolero" o "Torera"